La introducción posterior del azúcar ha dejado de lado productos como la Miel. Actualmente se enfrentan a multitud de problemas que las ponen en peligro, antenas, clima, enfermedades, plagas, nuevos depredadores (como el Avispón Japones), chemtrails.... son solo algunos de los problemas actuales de las abejas. No obstante, en permacultura damos a las abejas el sitio que merecen y seguimos apreciando los frutos de la colmena como hacían nuestros antepasados; no solo por las cualidades nutritivas o por su montón de beneficios para la salud como vitaminas, minerales y oligoelementos. Sobre todo es importante por sus propiedades energéticas y curativas.
Éste maravilloso regalo que nos hacen las abejas, beneficia nuestro ritmo cardíaco, favorece el riego coronario por lo que está indicada en personas de corazón débil o con probabilidades de padecer infartos de miocardio.
La Miel es además un fenomenal antiséptico, antibiótico y tiene una importante acción reconstituyente por lo que es muy importante para personas con anemia o con procesos infecciosos.
Para cualquier irritación de la piel uso habitual de Jabón de Miel, resulta vital.
Tomando 50 gramos diarios de Miel, como sustituto de los indeseables azucares refinados, nos aportarán sales minerales,hierro y otros valiosos nutrientes.
La Miel es muy apropiada como tratamiento de catarros y problemas de faringe, tráquea o bronquiales.
En nuestra cocina existen también multitud de deliciosas recetas con miel.
Si bien, hemos de saber que existen muchos tipos de miel. Lo mejor claro, sería criar abejas nosotros mismos, pero en su defecto deberíamos por el bien de nuestra salud buscar la miel de apicultores conocidos o alguna con certificado de haberse producida según una apicultura ecológica o mejor empleando la permapicultura.